Cuida de tu familia: Dentro del ámbito FAMILIAR, ver cómo podemos concretar el ‘dar tan solo un vaso de agua fresca’

LECTURA (DOMINGO XII DEL T. O.)

Mateo 10, 37-42:

«El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.

El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí.

El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.

Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.

Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá.

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.»

 

REFLEXIÓN

No quedará sin recompensa ni siquiera el vaso de agua fresca que sepamos dar a un pobre sediento. Hemos de aprender a dar; regalar lo que está vivo en nosotros y puede hacer bien a los demás; dar nuestra alegría, nuestra comprensión, aliento, esperanza, acogida, cercanía…

No se trata de dar cosas grandes ni espectaculares. Sencillamente, «un vaso de agua fresca». Una sonrisa acogedora, un escuchar sin prisas, una ayuda a levantar el ánimo decaído, un gesto de solidaridad, una visita, un signo de apoyo y amistad. No lo olvidemos.

 

PROPUESTA PARA CUIDAR LA FAMILIA

* Expongamos en FAMILIA cuál de las frases del Evangelio de hoy nos ha impresionado más.

* En qué podemos concretar, dentro del ámbito FAMILIAR, lo de «dar tan sólo un vaso de agua fresca».

 

Manolo Devolx

 

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