Sirviendo la Palabra: Mc 9, 41-50

Marcos 9, 41-50:
«El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar».

Jesús hoy nos vuelve a hablar de radicalidad en su seguimiento.
No podemos seguirle a medias tintas. Todo aquello que nos estorbe para seguirle y para parecernos a Él hemos de cortarlo y hemos de arrancarlo. Aunque nos cueste tanto como cortarnos la mano derecha o sacarnos un ojo de la cara.
El Reino de Dios merece la pena y merece que todo se deje por él y se posponga a él.
También Jesús se muestra hoy muy duro con quien causa el mal y hace daño a personas indefensas: «más le valdría que le encajasen en el cuello una rueda de molino y lo echasen al mar».
Intenta aplicarte a tí mismo aquella máxima que tenía San Antonio María Claret: «tendré para con Dios corazón de hijo. Para conmigo mismo, corazón de juez. Y para con el prójimo, corazón de madre».
Buenos días.

Antonio Sanjuán Marín, cmf

Start typing and press Enter to search