Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mt 12, 46-50

«El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre». 

En el Evangelio de hoy parece como si Jesús se desentendiera de sus parientes e incluso de su madre. 

Y no es así. Lo que Jesús quiere hacernos ver y entender es que hay unos lazos con Él que son más fuertes que los de la carne y sangre. Y son los lazos de la fe. La fe y la confianza en Él están por encima de todo. 

María fue felicitada porque concibió a Jesús en su vientre. 

Pero también porque creyó en la Palabra que se le dirigió de parte de Dios y que escuchó tan atenta, que la llegó a hacer carne en sus entrañas. 

Que tú seas madre, hermano y hermana de Jesús porque escuchas siempre su Palabra y cumples la voluntad del Padre. Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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