Hubo un tiempo
en que las mariposas
bebían los sorbos de luz
en mi habitación diseminada.
Un tiempo
en que la pintura de la pared
cubría con sus grumos
mis terrores ocultos de niño.
Un tiempo
envuelto en el tapiz
de mis arrugas coleccionadas
a partir de la razón
de ser y no ser.
Hubo un tiempo…ciertamente.
Un tiempo de gusanos,
trapecios y cuadrados,
de rotas arquitecturas
sobre el yeso de la carne,
de besos que se fueron
tras el carmín de unos labios.
Hubo un tiempo…ciertamente.
De calles vacías y estrechos lunes,
de cines y perros amigos,
de guerras y combates sin lobos,
de relámpagos huyendo tras el águila.
Hubo un tiempo,
de caracolas muertas en la playa,
de peces mojados de barcos,
de un pecho cansado de sueños.
Hubo un tiempo también
de estar a solas con Dios
y besar sus manos rotas
cosiendo mis latidos ruinosos.
Ciertamente, hubo un tiempo…,
y soy feliz de que lo hubo.
La vida pasa,
y a la menos tres de su giro
se congelan los recuerdos agradecidos
en el vidrio de mi sombra
tendida en el colchón.
Abril de 2021
Ramón Uzcátegui Méndez, sc
(FOTO: Jonathan Borba)
NA TRANSPARÊNCIA DA MINHA SOMBRA
Houve um tempo
em que as borboletas
bebiam as réstias de luz
no desalinhamento do meu quarto.
Um tempo
em que a pintura da parede
cobria com seus grãos
meus medos de criança.
Um tempo
enrolado no tapete
das minhas rugas colecionadas
a partir da razão
do ser e não ser.
Houve um tempo… certamente.
Um tempo de vermes,
trapézios e quadrados,
de arquiteturas quebradas
sobre o gesso da carne,
de beijos que se foram
atrás do carmim de uns lábios.
Houve um tempo… certamente.
De ruas vazias e segundas-feiras estreitas,
de cinemas e cães amigos,
de guerras e combates sem lobos,
de relâmpagos a correr perseguindo as águias.
Houve um tempo
de conchas mortas na praia,
de peixes molhados pelos barcos,
de um peito cansado de sonhos.
Houve um tempo também
de estar a sós com Deus
e beijar as suas mãos quebradas
cozendo os meus gritos destroçados.
Certamente, houve um tempo…
E estou feliz que houve.
A vida passa,
e quando menos se espera que passe
congelam-se as memórias agradecidas
na transparência da minha sombra
espraiada sobre o colchão.
Ramón Uzcátegui Méndez, sc
Abril de 2021
(FOTO: Jonathan Borba)