«Por sus frutos los conoceréis».
Por nuestro bautismo y nuestra confirmación todos los cristianos somos profetas.
Ser profeta no significa predecir el futuro. A eso le podemos llamar ser adivino.
Ser profeta en cristiano quiere decir ser persona que anuncia el Evangelio de Jesús. Y este anuncio lo podemos hacer desde la autenticidad o desde la falsedad. Ser auténtico profeta es ser profeta como lo fue Jesús:
– anunciando el amor de Dios,
– anunciando el perdón y la misericordia del Padre,
– anunciando el perdón de los hermanos de unos para con los otros,
– anunciando la alegría de la salvación,
– anunciando, en definitiva, que somos hijos de Dios y hermanos todos los unos de los otros.
Somos falsos profetas cuando somos profetas se calamidades, de castigos y de condenaciones. Reaviva en ti el don que tienes de ser profeta.
Intenta ser profeta desde el estilo de Jesús.
Y que te conozcan por los frutos de vida que quieres transmitir. «Por sus frutos los conoceréis».
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf