«No busquéis entre los muertos al que vive! No está aquí! Ha resucitado!.
No debemos tener miedo de creer y proclamar esta gran y buena noticia.
Como en la mañana de Pascua, cuando los discípulos aún veían todo oscuro y las mujeres ya percibían una luz, también tú debes saber descubrir aquellas luces de vida nueva que el Espíritu enciende constantemente en tí y en todo el mundo.
Porque es más fácil creer en la muerte que en la resurrección y en la vida.
La resurrección es la victoria definitiva de Jesucristo sobre el mal y la muerte. Y en esa victoria empezamos a participar desde el día de nuestro bautismo. Manifiesta la resurrección de Jesús en tu vida de cada día haciendo el bien y colaborando en la liberación de los signos de muerte presentes aún en la humanidad, en tí y en cada persona.
Permanece hoy con María esperando la gran noticia de que…¡¡¡HA RESUCITADO!!!.