COMO TODOS LOS DÍAS II

Yo concibo esta historia de otro modo.

Hay un niño en la calle.

Hay muchos niños en la calle.

Los parques se estremecen de ternura

y un sol atardecido

alarga sus secretas sombras.

Debajo de las caracolas

hay un enjambre

de gritos maniatados.

Mi corazón en ascuas todavía

se llena de ternura complaciente.

Rostros heridos, lágrimas en ciernes…

 

La luz atardecida tiene aliento,

sabores renovados y ternura.

Se despiertan los sueños y la vida

se deshoja en un turbio laberinto.

 

Tengo al límite el sabor de esta tristeza.

Tengo el sabor amargo de los límites…

La calle.

Todas las calles…

Una sombra en los párpados

quizás tiene sentido

pero los ojos

no resisten y se adormecen.

 

Blas Márquez Bernal, cmf

(FOTO: Saulo Mohana)

 

COMO TODOS OS DIAS II

(em português)

Eu concebo esta história de outro modo.
Há uma criança na rua.
Há muitas crianças na rua.
Os parques tremem de ternura
e um sol de fim de tarde
alarga as suas sombras secretas.
Debaixo das conchas
há um enxame
de gritos manietados.
O meu coração ainda em brasa
enche-se de ternura complacente.
Rostos feridos, lágrimas a brotar…

A luz do fim da tarde tem fôlego,
sabores renovados e ternura.
Despertam-se os sonhos e a vida
desenrola-se num turvo labirinto.

Tenho o sabor desta tristeza à flor da pele.
Tenho o sabor amargo dos limites…
A rua.
Todas as ruas…
Uma sombra sobre as pálpebras
talvez faça sentido
mas os olhos
não resistem e fecham-se.

Blas Márquez Bernal, cmf

(FOTO: Saulo Mohana)

 

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