COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ

(Oración de amanecida)

 

Amanece y la luz intacta de esta aurora

da paso a un nuevo día.

Presagios e interrogaciones,

caudales de verbos y silencios.

Se abre la vida

como una granada

de múltiples asombros.

 

Abro de nuevo

el balcón de mis ojos y contemplo,

como si fuera la primera vez,

el libro inmenso de la Vida

que Tú, con mano prodigiosa

escribiste amorosamente.

Y estallan nuevamente entre mis ojos

los sueños más audaces.

Y florece de nuevo la esperanza

a pesar de mis pasos indecisos.

 

Y a la memoria vienen los nombres imborrables

en el mapa sombrío de mis días:

Belén y Nazaret

Cafarnaún, Caná,

el pozo de Siquén,

el estanque de Siloé…

Lugares entrañables

donde hombres y mujeres de otros tiempos

vivieron tu Presencia

como un prodigio inesperado.

Y las huellas de sus pisadas

siguen abriendo sendas y caminos.

 

Mi corazón, Señor, en esta hora primera

acelera su ritmo

y de gratitud enloquece.

 

Abro las manos

y acaricio la vida lentamente.

Y otras manos se alargan para estrechar las mías.

 

Es posible el milagro del encuentro.

Es posible asomarse a otros rostros,

ponerle un nombre nuevo a esa mirada

que me interroga

y enjuga mis lágrimas nuevas

con el pañuelo de su fe.

 

Saboreo la vida

como fruta sabrosa

que madura en el árbol de mis sueños.

 

No estoy solo en esta andadura.

Hay huellas imborrables

que iluminan las sendas

y hace más llevadero el peso de los días.

Jesús de Nazaret me da la mano

y yo la estrecho.

¡Reverdece mi vida!

 

Y las calles empiezan a poblarse.

Y crecen los afanes

y se palpa la vida recorriendo las horas.

He bajado a la calle y en la Plaza Mayor

están todos y yo con ellos

para hacer que este sol recién amanecido

caliente el corazón de nuestra Tierra,

Madre y Hermana.

 

Concédeme, Señor, en este nuevo día,

poner mi corazón a punto.

 

Las Palmas, 2020

 

Blas Márquez Bernal, cmf

(FOTO: Bernardo Valle)

 

COMO SE FOSSE A PRIMEIRA VEZ em portugués

 

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